jueves, 14 de mayo de 2009

CONTRIBUCION DE FÉLIX ADAM AL DESARROLLO DE LA TEORÍA-PRACTICA DE LA EDUCACIÓN TEORÍA-PRACTICA DE LA EDUCACIÓN LATINOAMERICANA

A nuestro modo de ver hay cinco grandes contribuciones de Adam al desarrollo de la teoría-practica de la educación latinoamericana:
1. La propuesta de Adam sobre la clasificación de las ciencias de la educación
La Pedagogía, para Adam se refiere pues a un momento especifico dentro del proceso larga duración del aprendizaje y desarrollo humano. Para la ciencia mas general que comprendería ese proceso de larga duración Adam propone el nombre de "Antropogogía", es decir guía o conducción del des desarrollo del hombre. La define pues de este modo: "es la ciencia y arte de instruir y educar permanentemente al hombre en cualquier período de su desarrollo psicobiológico en función de su vida cultural, ergológica y social.
La Antropogogía comprendería dos ciencia particulares, la Pedagogía como estudio y arte de la educación de la niñez "y por extensión de la adolescencia", y la Andragogía como estudio y arte de la educación de la adultez.
Para Adam la constitución de la Andragogía en una ciencia implica "ordenar, clasificar e interpretar hechos que conduzcan al establecimiento de un cuerpo de principios básicos que orienten su aplicación racional en el campo que es su objeto de estudio". El punto de partida para la constitución de la Andragogía en una disciplina científica es la delimitación de su objeto de estudio, es decir del hecho andragógico: "En lo educativo hay un hecho tan dinámico, real y verdadero como el hecho pedagógico, es el hecho Andragógico. En el hecho pedagógico intervienen factores biológicos, históricos, antropológicos, psicológicos y sociales; igualmente, en el hecho andragógico los mismos factores y otros, como son: los ergológicos, económicos y jurídicos, condicionan la vida del ser humano. La Andragogía, considerada como ciencia, dispone de un hecho que conforma su punto de partida; esto es, una práctica fundamentada en sus principios teóricos y una aplicación orientada a los problemas característicos de la educación de adultos".
2. El concepto del adulto como hecho andragógico: la perspectiva interdisciplinaria
El hombre se hace adulto no por la yuxtaposición de un aspecto de su personalidad sobre los otros, sino por un proceso de integración de sus diferentes estados tanto biológicos, psicológicos y mentales, así como ergológicos, sociales y jurídicos El criterio fundamental de esa integración es la autonomía. En acuerdo con el norteamericano Malcon Knowles, Adam afirma que "ser adulto significa estar dirigido por sí mismo", La diferencia fundamental entre el niño y el adulto está referida la concepto de sí mismo ,,sólo cuando se es capaz de tomar decisiones y auto dirigirse alcanza la adultez." Pero criticando a Knowles, Adam señala, que esta autonomía no puede entenderse en el sentido meramente psicológico sino que deber abarcar todos los aspectos del ser humano que lo van conformando.
Biológicamente, se la podría definir como la plenitud vital a la que arriba en un momento dado de su existencia al alcanzar el máximo desarrollo de su fisiología y morfología orgánica. El adulto tiene una estructura corporal definitiva, biológicamente ha concluido su crecimiento. En lo sexual ha alcanzado la capacidad de la procreación.
Histórica-antropológicamente, esta enraizado en la propia historia de la humanidad, como individuo y como especie; es producto de una evolución cultura, social y económica que ha ido conformado su humanidad. El adulto se caracteriza en este sentido por su mayor experiencia, interés, racionalidad, capacidad de abstracción y capacidad para integra y aplica lo que aprende.
Socialmente, remite al rol, que conlleva responsabilidades desde el punto de vista económico, político-jurídico y cívico. El adulto forma parte de la población económicamente activa y cumple un rol productivo que lo capacita para bastarse a sí mismo y actuar independientemente en sus múltiples manifestaciones de la vida. Además adquiere responsabilidad jurídica y una ideología que le proporciona criterios sobre el orden económico y social que le permiten encauzar su actuar político y cívico, criticar y promover la renovación: "Cuando el ser humano actúa de acuerdo a una concepción de la realidad para organizar su conducta y resolver los variados problemas de su vida en comunicada, podemos decir que ha alcanzado su madurez social."
Psicológicamente, las funciones intelectuales, emocionales y conativas adquieren mayor intensidad, amplitud y funcionalidad lo cual permite que el ser humano adulto se haga autoconciente y pueda con ello asumir una actuación responsable de quien sabe lo que hace, por que lo hace y los efectos que deriva su conducta, tanto de su humanidad como de su particular individualidad ha adquirido una conciencia y ha logrado el desarrollo de su inteligencias. Posee un concepto de sí mismo como capaz de tomar decisiones y autodirigirse.
En resumen, la adultez es el momento de alcanzar la plenitud vital, pues en la adultez tenemos la capacidad de procrear, de participar en el trabajo productivo y de asumir responsabilidades inherentes a la vida social, para actuar con independencia y tomar nuestras propias decisiones con entera libertad a partir de una ideología y un proyecto de vida que el mismo se ha dado.
Adam añade un importante señalamiento que nos debe llevar distinguir entre el hecho andragógico en general y la forma particular en que se manifiesta cuan do lo confrontamos en nuestra teoría o practica particular: "Además de estas características más o menos universales, el adulto joven de hoy se presenta como altamente contestatario y conflictivo, cuestionante de la sociedad, la ciencia y la tecnología, rechazante de las actitudes paternalistas, dinámico, buscador de una calidad de vida humana con fuertes exigencias de que se le respete su posibilidad de crecer como persona y se le acepte como crítico, racional y creativo. El estudiante universitario, precisamente por ser adulto, rechaza la rigidez e inflexibilidad pedagógica con que es tratado por sus profesores que frenen indirectamente el proceso de autorrealización, aspiración natural y propia de la juventud y de los adultos en genera."
3. La adultez como objeto de la actividad andragógica: la teoría de la sinergia
Como toda teoría-practica de la educación la Andragogía descansa en una particular concepción del aprendizaje como evento conformador del desarrollo. Al respecto Adam propone como explicativo de dicho proceso la teoría sinérgica. Según esta lo que posibilita el aprendizaje es la reacción percepto-atentiva del sujeto frente al objeto de aprendizaje.
El autentico aprendizaje del adulto, el que conduce al desarrollo, se produce cuando esta reacción involucra toda su personalidad, sus intereses, experiencias, capacidades, en el acto educativo de modo que éste adquiere una intensidad, amplitud y profundidad superior con relación al objeto de aprendizaje. La reacción sinérgica implica la activación de toda la energía humana, que es siempre mas que la mera suma de sus partes, para producir, eso que popularmente llamamos las "ganas" de aprender y que nosotros en nuestro trabajo llamamos "voluntad de aprendizaje". Como lo resume Adam: "El proceso sinérgico orientado andragógicamente en el aprendizaje del adulto nos conduce irremediablemente a lograr que los aprendizajes sean exitosos (eficaces y eficientes) siempre que estén dirigidos a satisfacer necesidades e intereses vitales inmediatos".
Ayudar a suscitar esa sinergia, recrear las condiciones del hecho andragógico es la tarea central del educador andragógico.
4. La educación como confrontación y reconstrucción conjunta de experiencias en condiciones de reciprocidad
Al referirse a los condicionantes del hecho andragógico, posibilitadas por las capacidades del adulto, acertadamente Adam señala que: La actividad educativa puede estar orientada a dar al adulto elementos culturales que no recibió en la niñez, pero fundamentalmente es la confrontación de la experiencias de dos adultos: del que educa y del que es educado. La riqueza espiritual del hombre es su experiencia, es lo que sabe, lo que ha vivido, lo que ha hecho, lo que piensa, lo que siente."
Y en un tono que nos recuerda a Pablo Freire, nos dice: En la actividad andragógica, desaparece la diferencia marcada entre educador y educando. Ambos son adultos con experiencia, igualados en el proceso dinámico de la sociedad. El tradicional concepto de uno que enseña y otro que aprende, uno que sabe y otro que ignora, teóricamente deja de existir en la actividad andragógica para traducirse en una acción reciproca donde muchas veces es le alumno el que enseña y el maestro el que aprende." En el proceso andragógico prevalecen como criterios de calidad de la interacción educativa la horizontalidad y la participación.
5. La "gogía" (dirección) en la andragogía
Adam resume la acción de dirección, es decir el aspecto practico de la andragogía en cuatro fases, que a nuestro modo de ver hacen del andraqogo algo más que un "facilitador".
1. Mantener, consolidad y enriquecer los intereses y ayudara abrir nuevas perspectivas de vida profesional, cultural, social y política.
2. Orientar para mostrar nuevos rumbos, de carácter prospectivo y promover en él la idea de que en toda colectividad humana, educarse es progresar.
3. Promover el desarrollo del pensamiento de modo que pueda renovar sus conocimientos aprendiendo, investigando, reformulando conceptos y enriqueciendo su vida cultural, científica y tecnológica.
4. Estimular la capacidad de proyección humana, es decir de asumirnos como proyecto, mediante el examen e interpretación de lo que fuimos. somos y seremos.
Resume Adam: "Por eso nuestra metodología de aprendizaje centra todo este proceso en el participante, no en el profesor, por cuanto como adulto debe afianzar su personalidad, su ética individual que significa una evaluación vivencial de sus potenciales aptitudinales y de su capacidad de alcanzar los objetivos y metas no predeterminadas por el sistema educativo, sino que surgen de un análisis de sus aspiraciones formuladas con finalidades personales y sociales.
Al centralizar el proceso de aprendizaje en el participante, aseguramos la actitud ética y autocrítica de la persona. El aprende porque quiere aprender, para mejorar su condición personal y para mejorar la sociedad en que vive. El diploma o título poco importa, es simplemente en reconocimiento de la institución a su esfuerzo, pero nada significa para quienes tienen conciencia de que ellos aprendieron por sí mismos, que poseen la destreza, dominan la teoría y la práctica para, con título o
sin él, provocar los cambio que día a día la sociedad requiere, y le garantizan un bienestar existencial digno y decente".

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